- La AMER conmemora su trayectoria con un congreso nacional en Morelos.
- Más de quinientas ponencias, mesas magistrales y actividades culturales se desarrollan en el centro histórico de Cuernavaca con una amplia participación académica y comunitaria.
A las 16:54 horas del 17 de junio de 2025 dio inicio la ceremonia de inauguración del 15.° Congreso de la Asociación Mexicana de Estudios Rurales (AMER), red académica y civil surgida en la década de los noventa como una respuesta crítica a las políticas neoliberales hacia el campo, particularmente tras la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Su antecedente inmediato fue el Seminario Internacional Nuevos Procesos Rurales en México, realizado en junio de 1994 en Taxco, Guerrero, que marcó el punto de partida de un proyecto colectivo de análisis crítico del campo mexicano. A partir de ese encuentro fundacional, en 1998 se constituyó formalmente la AMER, que con el tiempo se consolidaría como un espacio nacional de reflexión colectiva, interdisciplinaria y comprometida con los territorios rurales y sus comunidades.[1]
El presídium estuvo conformado por representantes de instituciones académicas, dependencias gubernamentales y asociaciones civiles que apoyan el evento. Jesús Eduardo Licea Reséndiz, director de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la UAEM, abrió el acto con un mensaje de bienvenida en el que destacó la relevancia de conmemorar tres décadas de compromiso con los territorios rurales. Subrayó que hoy más que nunca: “Pensar y actuar el campo desde sus retos es una tarea imprescindible […] sean todos bienvenidos a tierra morelense, tierra de lucha”.

Antonio Castellanos Navarrete, presidente de la AMER, resaltó la magnitud del Congreso: 519 ponencias, cuatro mesas magistrales y una rica cartelera cultural con exposiciones, presentaciones de libros y cine. Recordó los orígenes de la red y subrayó los nuevos desafíos que enfrenta el campo: migración, violencia, cambio climático y transición agroecológica: “En este momento de coyuntura, desde la academia y desde la sociedad civil, nos toca discutir y tratar de marcar un rumbo que ofrezca una vida digna en el campo, y creo que los trabajos responden muy bien a ese espíritu”. Tras referirse al centro de Cuernavaca como “un bello espacio donde estar”, expresó su agradecimiento a todas las personas e instituciones que hicieron posible que el Congreso se realice en diversos recintos del centro histórico, como el Cine Morelos, la Biblioteca Miguel Salinas y el Museo Universitario de Arte Indígena Contemporáneo. Destacó en especial el respaldo del coordinador de Humanidades de la UNAM, Miguel Armando López Leyva, así como el compromiso de patrocinadores e instituciones que, edición tras edición, se suman a este esfuerzo colectivo y voluntario. “Esto es posible —concluyó— gracias al trabajo constante de muchas personas que durante largo tiempo lo hacen realidad”.
Elsa Guzmán Ramírez, investigadora de la UAEM y coordinadora del comité organizador local, celebró que el evento se realice por primera vez en Morelos y, tras la pandemia, vuelva al formato presencial. Además, reivindicó a la AMER como un espacio académico y enfatizó que “pertenecer a la AMER es un posicionamiento político, insistir en la problemática del análisis rural, impulsar diálogos entre la academia y el ámbito rural civil, impulsar la resistencia. Necesitamos redes, y es lo que estamos haciendo, redes de comunidad”.

Marcela Amaro Rosales, directora del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, definió a la AMER como un espacio plural de encuentro entre academia y comunidad. Invitó a ver este congreso como una oportunidad para tejer redes y escuchar a las comunidades rurales, cuyos territorios siguen siendo motivo de disputa y transformación.
Gerardo Torres Salcido, director del Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe UNAM, también evocó los inicios de la asociación “en medio de la incertidumbre”, donde participaron investigadoras/es consolidados y jóvenes que hoy lideran nuevas generaciones. Llamó a extender la red hacia América Latina y el Caribe, y terminó su mensaje llamando a la esperanza como algo “fundamental para la construcción de nuestras sociedades”.
César Villalobos Acosta, director del Instituto de Investigaciones Antropológicas UNAM, y Héctor Ávila Sánchez, investigador del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias (CRIM), este último en representación de Fernando Lozano, director de este Centro, expresaron su respaldo a la AMER y reafirmaron el compromiso de sus instituciones con el pensamiento crítico y el trabajo colaborativo entre academia y sociedad. Ávila Sánchez, participante y miembro activo (asistente y ponente) en los distintos congresos llevados a cabo desde su fundación, subrayó la importancia de la participación multidisciplinaria del CRIM en este espacio de diálogo sobre el mundo rural, enfatizando que se trata de la única entidad de la UNAM en Morelos especializada en ciencias sociales y humanidades.

Hubert C. de Grammont, primer presidente de la AMER, recordó el papel crucial del respaldo institucional, en especial de la UNAM, UAM y El Colegio de México, que permitió consolidar a la asociación como un referente nacional en los estudios rurales: “nos debemos mantener como asociación civil, sin duda, pues nos ha permitido trabajar mejor los asuntos rurales, pero debemos tener muy en claro que el apoyo institucional es indispensable”.
Cerró el acto Jade Gutiérrez Hardt, directora de Publicaciones y Divulgación de la UAEM, en representación de la rectora Viridiana León, y luego de resaltar el valor de abrir los espacios culturales del centro histórico de Cuernavaca —como el Cine Morelos, la Biblioteca Miguel Salinas y el Museo Universitario de Arte Indígena Contemporáneo— a la comunidad universitaria y al público en general, declaró inaugurado el Congreso a las 17:39 horas.

Nohora Guzmán Ramírez, investigadora del CICSER-UAEM e integrante del comité organizador local, manifestó que este Congreso busca trascender la visión economicista del campo, promoviendo una mirada integral que reconozca a las comunidades rurales como productoras de cultura, conocimiento y alternativas.
El 15° Congreso de la Asociación Mexicana de Estudios Rurales se llevó a cabo con éxito del 17 al 20 de junio de 2025 en la ciudad de Cuernavaca, Morelos. Durante cuatro días, el centro histórico fue escenario de intensas jornadas académicas, culturales y de diálogo entre diversos sectores sociales, consolidando a la AMER como un espacio plural, crítico y comprometido con los territorios rurales y sus comunidades.

[1] AMER, “Un poco de historia”, disponible en: https://amerac.org/nosotros/
Mario Islas, Cecilia López y Bárbara Vázquez
Difusión CRIM